En un contexto de volatilidad de los precios para los hogares españoles, encontrar fórmulas que permitan aliviar el gasto resulta cada vez más indispensable. Como, por ejemplo, en la factura eléctrica. Mejorar el aislamiento térmico, apostar por electrodomésticos eficientes o ajustar los patrones de consumo, son algunas de las claves más recurrentes para reducir la factura
En los dos primeros casos, los avances tecnológicos han permitido grandes progresos: hoy existen viviendas mejor aisladas y dispositivos que consumen menos energía. Sin embargo, el tercer factor —los hábitos de consumo— continúa siendo un desafío, ya que el ritmo de vida de muchas familias deja poco margen para modificarlos.
Actualmente, una vivienda media en España consume en torno a 270 kWh al mes, aunque esa cifra puede variar entre los 200 kWh y los 800 kWh dependiendo del tamaño del hogar y de los aparatos eléctricos utilizados. A lo largo del año, el consumo se sitúa entre los 3.000 y 4.500 kWh, con picos más altos en invierno y verano. Este gasto, unido a una utilización poco optimizada —»ya que solemos concentrar el consumo en horas punta, cuando la electricidad es más elevada—, se traduce en facturas que oscilan entre los 40 y 120 euros mensuales».
Ante este escenario, cada vez más hogares apuestan por soluciones que les permitan optimizar su consumo y controlar el importe de su factura. Entre ellas, las más habituales son las de utilizar electrodomésticos más eficientes o luces led, cuyo consumo energético es menor, también reducir la potencia contratada, cambiar los hábitos para, por ejemplo, aprovechar más la luz solar.
Pero hay muchos más consejos prácticos que nos pueden ayudar a ahorrar sin tener que hacer grandes cambios en la vida: uno es el de planificar comidas, tanto en el tipo de comida como en las horas, lo que permitirá ahorrar energía. También usar el lavavajillas, que permite ahorrar hasta 30 litros de agua, evitar dejar enchufados los enchufes que no sean necesarios o las regletas y electrodomésticos en standby. La suma de esos pequeños actos puede traducirse en un ahorro significativo.
Autoconsumo: energía limpia que ayudará a ahorrar
Por último, apostar por el autoconsumo es una de las mejores formas para ahorrar. También es una de las formas más accesibles y eficientes de producir energía desde el propio hogar. Así, gracias a la combinación de paneles solares y baterías, cada vez más familias y empresas pueden generar parte —o incluso la totalidad— de su electricidad. «Además, no tienes que preocuparte por la instalación, ya que hay empresas en el mercado como Solar360, la joint venture de Repsol y Telefónica España, que se ocupan de todo el montaje, lo que te permitirá despreocuparte».
La combinación de menores costes tecnológicos, ayudas, bonificaciones y un retorno de inversión cada vez más rápido ha convertido al autoconsumo en una alternativa inteligente para quienes buscan proteger su bolsillo mientras adoptan un modelo energético más sostenible y responsable. Por ello, Solar360 se consolida como un aliado clave para los hogares que desean dar el salto al autoconsumo sostenible, reduciendo su dependencia de la red y avanzando hacia un futuro energético más eficiente y responsable.


