La carpintería metálica
La carpintería metálica es una de las tecnologías más exitosas en la actualidad; hay varios tipos y produce muchas ventajas.
Está estrechamente vinculado a los sectores de la arquitectura, la construcción, la mecánica y la marina, pero también al sector artístico, gracias a la versatilidad de las formas que puede adoptar el metal como resultado de diferentes procesos; es el corazón palpitante de cualquier obra de construcción.
Qué es la carpintería metálica
Lo que se conoce como «carpintería metálica» se refiere a un amplio conjunto de productos metálicos acabados, fabricados mediante técnicas de procesamiento específicas, utilizando maquinaria y equipos de corte, conformación, soldadura y acabado.
Se encuentra entre las tecnologías que más han logrado evolucionar en el sector de la construcción y permite la creación de obras monumentales capaces de sobrevivir a los agentes atmosféricos, garantizando siempre la estabilidad y la seguridad a los ciudadanos que las utilizan; por ello, se considera el conjunto de la carpintería metálica destinada a la construcción, que se utiliza para construir estructuras metálicas portantes en diversos contextos.
Evidentemente, cuando hablamos de metalistería, no nos limitamos exclusivamente a las naves o edificios industriales, sino que incluimos todas aquellas realizaciones funcionales que requieran una gran estabilidad y seguridad.
En primer lugar, las escaleras, como las de extinción de incendios o de evacuación de un edificio, o las pasarelas metálicas, basta con pensar en pasarelas peatonales inmersas en un contexto natural, como el cruce de un arroyo o un pequeño valle. Pero también hay que añadir los marcos de las ventanas, desde el simple parapeto hasta la barandilla decorada para embellecer el jardín.
Las escaleras, las puertas y las vallas son productos de carpintería metálica. Por tanto, la carpintería metálica está presente en la mayoría de las viviendas en mayor o menor medida, en función de las necesidades estructurales de los edificios.
A nivel industrial, la carpintería metálica ha asumido un papel fundamental en la arquitectura al ampliar las posibilidades de construcción de edificios grandes y resistentes. Aprovechando las propiedades del metal, en particular del hierro y sus aleaciones, como el acero o la fundición, se han podido construir estructuras grandes y ligeras eliminando muchas de las limitaciones que presentan materiales como la piedra, la cal o la madera.
Todas estas razones hacen que la carpintería metálica sea indispensable para cualquier obra en la que se quiera participar, y por eso es importante que los profesionales que se vayan a encargar de la carpintería sean competentes y tengan experiencia, como ACERO+, una empresa creada para ofrecer productos de carpintería de calidad y para la realización, producción y comercialización de marcos, escaleras, portones, barandillas y rejas.
Tipología
Los trabajos de carpintería metálica pueden dividirse en dos grandes categorías:
- Carpintería pesada: es la elaboración y el montaje de elementos metálicos para estructuras portantes y de gran tamaño. Excelente para satisfacer las necesidades de todos los sectores industriales y civiles como, por ejemplo, la industria, el mobiliario urbano, la arquitectura exterior o interior.
- Carpintería ligera: menos espesor de chapas
La diferencia radica en el tipo de tratamiento final que se realiza. Estos dos tipos difieren tanto en el tipo y la complejidad de los proyectos realizados como en la elección de los metales que se utilizan para las obras.
Evidentemente, estas no son las dos únicas categorías de la carpintería metálica, que en realidad pueden desglosarse y considerarse como un conjunto de microcategorías no estancas, es decir, que interactúan entre sí.
En concreto, la carpintería metálica incluye también los trabajos de chapa y la creación de marcos metálicos para ventanas y puertas (perfilería Jansen), así como pequeños elementos para la industria o el sector civil, e incluso los elementos de diseño interior y exterior, si son de metal, pueden entrar en la categoría de la gran carpintería metálica.
Materiales
Los productos metálicos acabados que componen la carpintería metálica se crean en el taller mediante transformaciones como el curvado, la deformación y la soldadura para que estén listos para ser utilizados en las obras, tanto en el sector civil como en el industrial.
Los metales utilizados para estos procesos son principalmente el hierro y las aleaciones de hierro, pero también el cobre, el latón y el zinc, que se eligen en función de los procesos específicos que se van a realizar.
El acero, por ejemplo, está catalogado como excelente para muchas construcciones porque es una aleación de hierro y carbono muy ligera pero también muy resistente que, además, adquiere otras especificaciones químico-físicas que lo hacen perfecto para la carpintería estructural.
Otro material igualmente importante es el hierro. Sin embargo, hay que subrayar que el hierro no puede utilizarse en estado puro, sino que siempre se le añaden otros elementos y metales para mejorar sus características de resistencia y durabilidad.
Ventajas
Uno de los aspectos ventajosos es el hecho de que los elementos de una estructura se prefabrican en la zona de producción, se transportan a la obra y se ensamblan allí mediante atornillado o soldadura.
Esto acelera la construcción, ya que la arquitectura portante se forma fácilmente sin necesidad de tiempo para que el material se endurezca. De hecho, todas las piezas son diseñadas por el arquitecto o el ingeniero y los planos se comunican a la empresa que forja el metal a medida. esto también permite modificar la estructura o parte de ella in situ para adaptarla al caso concreto.
Otra ventaja es que la relación entre la resistencia y el peso específico del acero permite construir grandes edificios muy ligeros en comparación con la mampostería.
El metal tiene una gran resistencia a la tensión y su elasticidad limita en gran medida las posibles roturas. Por ello, la carpintería metálica es muy segura desde el punto de vista estático, ya que evita que el edificio se derrumbe o se desestabilice.